lunes, 2 de agosto de 2004

03. FEK!

Aturdida me escribes, en mi cuaderno de notas, casi sin quererlo: "¿En dónde está ese amigo con él que nunca me he sentido juzgada?" y agregas propositiva entre manchones de tinta negra un "quiero volver a reír contigo en alcohol". Y sí, claro que puedo emborracharme contigo, compartir la jeringa o pasarnos en un momento de euforia o desesperación. Recuerda que yo soy la droga perfecta, la imagen perfecta, el momento perfecto pero vamos, tú también lo eres. Ya aburridos, ya cansados, ya en pleno viaje, ya de vuelta, ya muriéndonos en el sexo y abarrotados de basura cantaremos esa canción que tanto te gusta. Por favor, entiende mis razones: de verdad, puedo escupirte en el rostro y besártelo después sin ningún asomo de asco o pudor. Una y otra vez, si eso te sienta bien. O mejor aún, ofrecerte como suripanta en cualquier esquina de estas calles de Dios y sonrojarme al ver los dólares que me ofreces desde el auto.

En una de esas calles de Dios aprendí que todos tenemos un precio. Y si pagas lo correcto puedo ser amante de tu amante, la ocasión de probar y la posibilidad de olvidar quien jodidos eres. Puedo golpearte y tranquilamente sentarme en el retrete para hacer minucias mientras devoras tu histeria y te veo hacerlo con quien quieras. Tuya es la decisión y yo estaré ahí, para escupirte el rostro y besártelo después sin ningún asomo de asco o pudor. Recuerda que yo puedo ser tu única alternativa, tu deseo maldito y tu pasión escondida. Todo quedará en el olvido o en nuestro retrete hecho minucias: la humillación del deshonor, la vergüenza del ayer y esa oportunidad que niegas a ese ser menor que llevas muy escondido dentro de ti. Yo jalare la correa porque... para eso estoy, ¿no?

Aviso de ocasión, cariño. Búsqueda de trabajo sin oportunidad y calles desiertas y nosotros solos en un bar de puta madre. Agita tus tetas, me dices, que yo agitaré las mías que son mejores. Yo, sentado en el retrete, haré minucias para ti y tú sonreirás con la boca recién pintada y dirás que te sientes discriminada y que ¡por Dios!, alguien venga a sacarnos de este fango. Y yo callaré, pensando en cómo disfrutar una pelea próxima y decir lo que pienso y decidir si sentarme o no en el retrete para hacer minucias para ti.

Y qué más da si ya no hay más de esa droga llamada vida. Y qué importa, dirán ellos sentados en otro bar de puta madre o bebiendo frapuccino sin azúcar en raras tacitas de porcelana china, mirando entusiasmados por el ventanal a mogollón de gente en vértigo por la alta tasa de criminalidad. Tocándose el culo en afán equilibrista, flipando en éxtasis con música a tope y hablando del futuro y del auto nuevo y de cómo guardar la línea sin morirse de hambre. Y en ese momento de deleite mortal, los chicos y las chicas felices entraran decididos al círculo de iniciados y todos, inclusive nosotros, perderemos en exquisitos fariboles y nos emborracharemos pegándonos insultos y llantos de electro en una perorata que resulta inacabable y que resume toda nuestra euforia y desesperación.

¡Qué felices somos, de verdad! Esto es una maravilla: te pegó otra vez y tú, ¡toda risas! Y yo seré tu esclavo y beberé tu sangre mientras cantamos tu canción favorita. Agitare mis tetas y te perforare ese ser menor que llevas muy escondido dentro de ti y te recitare "tyger, tyger" para hacerte reír y pensaré que todo acaba al iniciar, lo demás es bisutería que aprendí en la calle en donde cada cosa tiene su precio. Y qué importan los etcéteras, ahora nuestros quejidos son tatuajes al alimón que reciclan el odio y esa felicidad de pegarte y ser esclavo tuyo o el estar sentado en el retrete haciendo minucias para ti.

Recuerda que puedo ayudarte a vomitar en la resaca sin ningún asomo de asco o pudor, a luchar en contra del desprestigio promulgado por la voz de tus vecinos y pegarme de tiros en un bar de puta madre o bebiendo capuccino sin azúcar en raras tacitas de porcelana china. Si quieres llorar te prestare por un momento mi atención y seré testigo en todos tus delitos, pero no participare en ellos porque sin duda estaré aburrido y cansado de mirar a mogollón de gente en vértigo por la alta tasa de criminalidad. Si algún día quieres flipar, seré un compañero de viajes ideal porque yo soy el momento perfecto y recitare, una y otra vez, "tyger, tyger" para hacerte reír. Pon la fecha y ahí estaré agitando mis tetas o sentado en el retrete haciendo minucias mientras tú sonríes con los labios recién pintados. Claro, puedes contarme todas las mentiras que quieras y yo haré un nudo con ellas, cerrare mi pico y culo por ti mientras que tú, en una de esas calles de Dios, devoras tu histeria o te lo haces con quien quieras.

Al final, si eso te sienta bien, ambos podemos sentarnos en el retrete para convertir todo esto en minucias mientras recitamos "tyger, tyger" o cantamos, una y otra vez, tu canción favorita.


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revision 2004: De una nota dejada por una amiga en mi libreta universitaria salio la idea de este texto circular. Agregenle citas a William Blake, el ritmo de "Perfect drug" de Nine Inch Nails y una perspectiva post machista. Uno de mis favoritos. BTW, cuando lo lei en Ensenada, un very old man se acerco a decirme que ese texto era su poema favorito.

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