(tales from the Generation TJ) publicada en Bitácora el 23/01/95
¿Crisis? ¿Cuál crisis? - le digo a Cynthia, cuando veo que paga la ronda de cervezas con un micro billete de cincuenta nuevos pesos. Ella sólo atina a decir un ¿verdad que sí? al ver a otros tantos hacer lo mismo. Eso sí, en el Huesitos nadie paga en dólar, no conviene y además esos se guardan para ir a turistear el downtown sandieguino un viernes o sábado al mes. A todos nos ha afectado la devaluación pero ninguno de nosotros escapa del vértigo actual y así, en loca carrera nos lanzamos a los cines, los restaurantes, los bares y terrazas tijuaneras con el fin de esquivar la sombría realidad. Si en los viejos todo es cautela, en los jóvenes la consigna actual parece ser la de "Diviértete ahora, tal vez mañana no puedas (o ya no te alcance ni el dinero ni el tiempo para hacerlo)".
Cosa rara, todo mundo opina al respecto: Roger muestra una carta, que esta por mandar a Proceso, en la que reflexiona sobre la situación sociopolítica en México, sus causas y las posibles soluciones; yo no la leo, siempre he dicho que esas cuestiones me aburren. Cathy dice que Salinas, nuestro ex-presi, nos hizo creer con su liberalismo económico que nos iríamos derecho al primer mundo y yo replico con un ¡pues vaya primer mundo que nos heredó! Hay quien ríe pero Ana, la seriedad hecha persona, aclara que no es cosa de chiste y me explica que, de un día para otro, vio su liquidez afectada en un cuarenta por ciento y acota con un dejo de tristeza: "Ganó bien pero en pesos; todo subió y yo estoy tan acostumbrada a ir al otro lado". Ya no me rió e intento seguir escuchándola pero la música es demasiado fuerte para lograr capturar su voz convertida ahora en murmullo: "Es la primera vez que veo a la gente con la que convivo tan temerosa y desprotegida....".
Alguien me ofrece unos M&M y al momento de agradecer el gesto, pierdo totalmente el hilo de la conversación. No importa, platico de comics con el Monkey, un experto en esos asuntos, que me informa que mis ejemplares de Diabólico y de Los Cuatro Fantásticos no se cotizan bien entre los coleccionistas excepto el primer número de El Hombre Araña que conservo intacto, por el que me darían unos cuarenta dólares. Termino hablando de mi última ida a la nieve (no, no sé esquiar pero unos amigos me comentaron que habían visto ahí a los Beastie Boys y pues...) y de las películas de Pili y Mili (¿se acuerdan de ellas? las transmitía el canal 12 en su Cine Juvenil); y bueno, ya me había olvidado de la crisis cuando, camino al baño, escucho a un trolo decirle a su tribu wannabe: "Ni modo, como está la situación este año nos hacemos todos narcos".
revisión: El Bar Huesitos no duró mucho (luego estuvo La Caja, un bar de reggae. Ahora es un Chez club). Cynthia emigró al sur del país y cuando regresa a TJ la encuentra cada vez más extraña; Roger trabajo un tiempo de guardia de seguridad y lo último que supe es que se caso; no sé que ha sido de Cathy ni me importa gran cosa; Ana vive en USA, ganando y gastando en dólares. El Monkey murió de una sobredosis de heroína.
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