lunes, 4 de diciembre de 2006

INSTANTANEAS DEL DESCONCIERTO no.4

(tales from the Generation TJ) publicada en Bitácora el 06/02/95


¿Cómo puedes sobrevivir detrás de esas gafas negras?, me pregunta Javi, economista bilingüe sin trabajo y uno de mis mejores amigos, mientras caminamos por el centro de la ciudad en una búsqueda inútil por el último ejemplar de Fangoria en español. Despreocupadamente suelto un "Junto botes de aluminio y los vendo" al detenernos en el puesto que está a la salida del ex Palacio Municipal en donde observo las portadas de otras revistas (Insólito, Eres, Proceso, Conecte). Ninguna me interesa lo suficiente para comprarla así que le digo: "Por qué no vamos a las donas que están en la acera de enfrente para discutir con café y pan, ese y otros asuntos".

TODOS TIENEN MIEDO CUANDO LLEGA ESTE MOMENTO

Acepta. Lo conozco desde hace más de siete años y es la primera vez que lo veo tan abatido. No es la típica "depre" tipo revista juvenil que habitualmente carga para epatar a Suzi, su novia o a las bestias que tiene como padres. No sabe como empezar, da vueltas al problema hasta que yo menciono la palabra depresión. "Si, asienta, hablemos de depresión" y deja caer como torrente frases sentidas a las que la emoción les gana en coherencia: "Siento que mi vida es una bolsa sin fondo que nunca se llena. Trate de hacerlo con trabajo, amigos, vino, novia, sexo, religión, fiestas y nada. De verdad, traté y ahora me doy cuenta que sigue vacía como al inicio o peor. ¿En dónde están mis sueños? Creo que los perdí en una noche full de alcohol o en el fracaso de una carrera chatarra, en esa oficina llena de estúpidos complacientes o en la búsqueda frenética por mi salvación eterna, en una pasión que no me lleva a ningún lado o en esos lamentos convertidos en obsesiones, Tantos amigos y nadie tiene tiempo para escucharme. ¿Mi familia?, por Dios, para ellos sería mejor que estuviera lejos. No sé, Suzi siempre con la pretensión de ser lo que no es, me arrastra en su juego de poses e imagen. Cómo odio mi vida."

-Oye Javi, estas donas están re'malas... No me escucha, sigue con su rollo: "Quizá sea mejor así; pasar de todo, tomar un valium y luego otro y otro. Caer dormido y no levantarme más, que la mañana me sorprenda inmóvil, frío y ya lejano..." Lo interrumpó con un "Claro, pero me dejas tus compactos y ese libro de Manuel Maples que tanto me gusta". Le doy un sorbo al café y luego pienso "Uta, ya ni chingo" pero como ya la regué le digo que no comente con nadie que se quiere suicidar porque perderá el elemento sorpresa y todos dirán "Ay, que trsite. Siempre sí lo hizo" y que es mejor que digan "¿Cómo? no lo creo". Es más glamoroso ¿no?,

NO PUEDES VOLVER ATRAS, ERES EL HEROE DE LA HISTORIA

Para animarlo me pongo a cantar "Problems" en el más puro estilo sex pistoliano: Fuck you all my problems. Problem, got a problem. The problem is you, what you gonna do? El señor de la mesa de al lado, receloso me enseña los dientes. Yo, en plan superstar, me quito los lentes para decirle "Hola, buenas noches". Me hago el chistoso un rato más pero luego le hablo a Javi en serio. Le comento que Oscar Wilde (el Morrisey del siglo pasado) denominaba "enamorados de la melancolía" a sujetos como él y que, bueno, también yo paso por un momento similar y que lo mismo le sucede a Ana, Miki, Fidel y demás. A todos nos ocurre a esta edad, un maestro la llamaba crisis en contra de la madurez y nos recomendaba ver "Dinner" con Mickey Rourke. Es muy duro enfrentarse a la vida cuando no se tienen ya ganas de hacerlo ni se tiene algo por que hacerlo pero la cosa es no dejarse vencer.

-No te preocupes tanto y cómete tu dona ya ves, le digo, lo que sufrió Reni, la afligida protagonista de la novela de moda: tuvo todo, lo perdió todo y está volviendo a empezar. Si ella pud,o ¿por qué tú no?

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