sábado, 19 de junio de 2004

5. NO HAY NADA QUE HACER

Abro la puerta de la despensa para encontrar en ella solamente sopas MARUCHÁN y latas de atún marca STAR KIST. Nevermind, no tengo mucha hambre y quizá sea mejor. Enciendo la tele, GERALDO RIVERA tiene como invitados en su show a gente que, cansada de guardar sus secretos sexuales, está dispuesta a confesarlos frente a las cámaras en red nacional.

Así, desfilan por la pantalla: una chica negra que informa a su familia de la violación que sufrió a manos de un pariente cercano y que además, ahum, es lesbiana; una mujer embarazada le dice a su esposo que el hijo que espera no es suyo y que el padre del mismo es un nigger que se pudre en la cárcel por culpa de un frustrado asalto a mano armada; una pretty white girl confirma a su futuro esposo que ella se ha acostado con varias mujeres pero que she's not a fucking dyke; y, por último, dos parnas onceañeras le confiesan a sus madres que en vez de jugar a las BARBIES pasan las tardes rolando el cuerpo a una ganga de chicos pero que no tienen de que preocuparse, ellas siempre cargan TROJANS lubricados con NONOXYMOL-9.

Boring, no me imagino a Jorge confesando to his old fashioned family que en una ocasión he try to rape that fuckin' chicken, o a my friend Úrsula que pasó por las armas de media prepa, diciendo al pendejo de su esposo gringo que ella se sometió a una operación de reconstrucción del himen antes de casarse para pasar, en la noche de bodas, como toda una mexican señorita.

Creo que GERALDO debería tener a gente como la que consigue JERRY SPRINGER, que hace que te botes de la risa, como cuando un travesti muy parecido a LATOYA JACKSON no bajo de whore & bitch a su own mother y la doña tuvo un shock tremendo que tuvieron que llevarla de inmediato del estudio al hospital y todavía aquél diciendo que era puro cuento, que a su mamá le encantaba llamar la atención. O cómo el caso del chico que quería andar en continua juerga pero insistía en que las bitches (como los negros llaman de cariño a sus viejas) fueran de estreno hasta el momento afortunado de conocerlo a él. Estuvo divertido cuando una chica gorda del público le preguntó: "Do you want a virgin? Here's my bitch" y, je je, le mostró a la casta y pura de su perra dobermán de la cual, por cierto, nunca se supo el nombre.

Veo el inicio del show de RICKI LAKE pero hoy no promete estar curado por lo que juego con el control remoto y cambio una y otra vez de canal. En el channel surfing me encuentro videos (el último de BUSH), noticias (otro atentado anti judío), comerciales (mmm, PIZZA HUT), deportes (rugby australiano), películas (una con la hortera de LIZ TAYLOR) y series (THE MOD SQUAD) que no me interesan en lo absoluto, por lo que decido conectar el ATARI que compré de segunda mano hace casi un mes.

Pongo el cartucho del PAC MAN, este juego ha sido por años uno de mis favoritos aunque, a decir verdad, nunca he podido vencer a los fantasmas y pasar del segundo nivel. Ya saben, cancan wata wata wata ¡pum! estoy acabado. Mi score final es menor de 3000 puntos; mi hermano hace 90000 sin esfuerzo y siempre se está riendo de mí. Juego una media hora y, aburrido, apago el aparato.

Hace medio año compré "caliente" una pistola BERETA .380 en $350 dólares. La tengo guardada en una caja junto a mogollón de revistas STAR y SUCESOS que me presto hace años Raúl y que nunca he leído. ¿Para qué quiere un arma alguien como yo? Sorry, aún no he tenido el tiempo suficiente para hacerme esa pregunta.

A veces pienso que sería divertido estrenarla disparándole a una gente como, por ejemplo: LIONEL RITCHIE. No sé si se acuerden de él, un negro yuppie que se la pasaba DANCING ON THE CEILING o algo así. Fue muy famoso en los ochentas y era el máximo representante del pop aséptico, vulgarmente meloso y... “That really sucks” como atinadamente dirían BEAVIS AND BUTTHEAD. Imagínense, ponerle una pistola en la sien y decirle, “¿Con qué HELLO, nigger?” Desconozco del motivo exacto pero realmente lo odiaba aunque no, lo admito, por el simple hecho de ser negro; si fuera racista entonces me iría a desmaterializar a TOMITA.

A veces caigo en que esas son falsas ilusiones así que, bueno, reviso el periódico buscando un trabajo con una miserable apatía mientras devoro mi sopa MARUCHÁN de camarones. En eso estaba cuando recordé que justo ayer me habló Pepe para proponerme un negocio. En AMWAY, el es "diamond" y claro, ya conduce un CHEVY del año. Tuvimos la misma plática de siempre, again.

—Dame un dólar –le dije– para matar el dolor de un Dios sin hogar que patina mejor que yo.
—Ay Miki, corta tu esperanza con una nueva GILLETE. Nada es como ayer.

Tiene razón, hoy no hay nada que hacer. Me cepillo los dientes, despeino mi cabello y salgo a la calle con la misma ropa que he usado las últimas dos semanas, un LEVI STRAUSS y camisa a cuadros de PERRY ELLIS. Hoy nadie va a detenerme, éste será el día de «Sonríe y Dispara».

Voy a ganar la apuesta de su juego, ya lo verán...


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revisión 2004: Escrito mucho antes de que hablar mal de los talks shows fuera cosa de todos los dí­as. Antes de que explotara el Show de Jerry Springer in the media circus. Un cruce entre la ideología pro-sucess de ciertos grupos y la miseria reflejada en los tv shows. Una bofetada de humor proto slacker y racista, con guiños a Bukowski, Bret Easton Ellis, a Menudo, a Charles Manson, a los amigos de antaño y revistas como Details, Interview o The Face.

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