miércoles, 18 de julio de 2007

remixes: little hebdomeros

Little hebdomeros

Eran otros los que debatían ese malestar tan difícil de disipar. El murmullo, en tono seco, se repetía hasta el fondo del horizonte apoyado en los ánimos sobre excitados por las exigencias de una naturaleza excepcional, atados como hermanos, como metal fundido o países lejanos armados con pistolas automáticas. La fogosidad de la juventud.
Cada vez se alejaba más de esos círculos sin pensar si había o no manera de volver. El sentido no quedaba claro: la ausencia despertaba una piedad cruel e irrespetuosa. Nopoor, sediento de una pureza, deletrea y distingue la célebre actividad y los pasajes que le daban horror. Aún así, nada le resulta conmovedor.Un melancólico aire de aburrimiento, un ruido abominable, el cortejo fúnebre decorado a la moda. Siempre activo en el fondo de sus precipicios, le hacían preguntas pero no dijo ni una palabra acerca de sus gustos. Detestaba ciertas frases hechas. Ciertamente, no era el mejor momento para hacerlo.
Entre tejidos y pintadas, temía iniciar una discusión con sus amigos que, libres de prejuicios, se inclinaban sobre él y lo trasquilaban. Perdía el dominio de sí mismo, el malestar se hacía intolerable. ¿Escepticismo? Era su pasión, la sombra de los pastores, cuestión de horas, algo del pasado. Se mezcló en la masa que llenaba los cafés con la tranquilidad e inocencia que se esperaba. Ahí entendió que era cierto que no se trataba de un trabajo ciclópeo.
Lejos de la ciudad, se alegró del espectáculo. Un soplo irresistible barrió de golpe el miedo; las migajas que quedaron, sin la escenografía del sacrificio, eran demasiado infortunio desde el punto de vista frenológico. Una fecha de empeño, un asunto importante, contratiempos.
Nopoor no dijo más, había llegado la hora de despedirse. El clima seguía siendo hermoso.

* Bits’n’pieces tomadas de Hebdomeros de Giorgio de Chirico, editado en el 2004 dentro de la serie Los Insospechables en la editorial [sic].Contacto: sicentrecorchetes.com/losinsospechables